El 15 de enero de 2024, la República Popular Democrática de Corea (RPDC) hizo una declaración histórica. En la Asamblea Popular Suprema de este día, el presidente de la Comisión de Asuntos de Estado, Kim Jong Un, declaró que su país subyugaría a «la República de Corea» en caso de emergencia. Estos son los puntos importantes del discurso del Presidente Kim Jong Un sobre la situación en Corea.
En primer lugar, el Presidente Kim Jong Un declaró: «Las frecuentes observaciones hechas por las autoridades estadounidenses sobre el ‘fin de nuestro régimen’, los vastos activos estratégicos nucleares estacionados permanentemente en la zona periférica de la RPDC, los incesantes ejercicios de guerra organizados a gran escala con sus seguidores, el nexo militar entre Japón y la República de Corea impulsado a instigación de los Estados Unidos, etc están amenazando seriamente la seguridad de nuestro estado momento a momento».
Y subrayó: «Es el plan estratégico de nuestro partido defender el país y saludar un gran acontecimiento revolucionario a través de la resistencia de todo el pueblo».
Los provocadores de la guerra en el mundo de hoy son siempre el imperialismo y sus títeres. El discurso del camarada Kim Jong Un señala el hecho de que todos los ejércitos y pueblos se unirán para defender la patria y realizar un gran acontecimiento revolucionario si estalla la guerra como resultado de maniobras provocadoras destinadas a invadir Corea del Norte. Este gran acontecimiento revolucionario implicará necesariamente el sometimiento de todo el territorio del sur.
Redefiniendo la postura de Corea del Sur y la RPDC hacia ella
El presidente Kim Jong Un llegó a llamar a «la República de Corea» «un grupo de títeres de primera clase de forasteros», definiéndola como un «Estado enemigo», un «Estado beligerante» y un «país extranjero». Expresó la disposición de la RPDC a «ocupar, subyugar y reclamar completamente la República de Corea y anexarla como parte del territorio de nuestra república» en caso de que estalle la guerra en la península.
Aquí, «la República de Corea» se convierte tanto en un «Estado enemigo» como en un «grupo de títeres de clase superior de un grupo de forasteros». No se trata de una contradicción lógica, sino dialéctica: es a la vez «la República de Corea» y un Estado enemigo, pero también es «el clan de la República de Corea» y títeres. Por lo tanto, podemos ver que la RPDC todavía mantiene esencialmente una política de un solo Estado. En otras palabras, mantiene internamente su política actual de que la RPDC es el único Estado legítimo en la península coreana y está dispuesta a subyugar a la República de Corea como Estado enemigo en caso de guerra.
El presidente Kim Jong Un también señaló: «Es necesario eliminar expresiones en la constitución de la RPDC como ‘mitad norte’ e ‘independencia, reunificación pacífica y gran unidad nacional'». «Hemos desmantelado todas las organizaciones que establecimos como organismos de solidaridad para la reunificación pacífica». Y más adelante: «También deberíamos eliminar por completo el monstruoso ‘Monumento a las Tres Cartas para la Reunificación Nacional’ que se encuentra en la puerta sur de la capital, Pyongyang».
Estas son medidas tácticas válidas sólo hasta el momento en que se haya logrado la subyugación. De hecho, esbozan un proceso pacífico: la subyugación conducirá inevitablemente al establecimiento de un gobierno militar en el sur, gobernado por el Ejército Popular de Corea. Cuando las fuerzas revolucionarias en el sur hayan madurado lo suficiente y se establezca un gobierno civil a través de elecciones democráticas, este gobierno democrático popular y el gobierno socialista del norte podrán construir un estado federal unificado.
En otras palabras, estas medidas, que parecen negar la «reunificación pacífica», son medidas tácticas temporales para eliminar los obstáculos a la reunificación, vigentes solo hasta que «un país enemigo» y «un grupo de títeres» llamado «la República de Corea» hayan dejado de existir. Una vez que un gobierno democrático popular ha llegado al poder, entonces, y sólo entonces, se puede lograr una reunificación significativa en una atmósfera de paz y seguridad, es decir, la reunificación federal.
La política de construcción pacífica de un Estado federal unificado sigue siendo el objetivo estratégico de la RPDC.
Con este fin, el presidente Kim Jong Un ha dejado claro que la fuerza militar del norte «no es un medio de ataque preventivo para realizar la ‘reunificación unilateral por la fuerza de las armas'». En otras palabras, la RPDC no tiene intención de reunificar el país por la fuerza, es decir, de buscar activamente la reunificación por la fuerza. Si la reunificación no se lleva a cabo por la fuerza, entonces será una reunificación pacífica por medio de un sistema federal.
El Presidente Kim Jong Un subrayó: «La guerra destruirá terriblemente la entidad llamada República de Corea y pondrá fin a su existencia. Y causará una derrota inimaginablemente aplastante a Estados Unidos».
De este modo, demostró que la RPDC tiene diferentes enfoques hacia «la República de Corea» y hacia los Estados Unidos. El camarada Kim Jong Un ha dejado claro que si la guerra estalla como resultado de las provocaciones contra la RPDC, «la propia República de Corea» será «destruida», mientras que los EE.UU. sufrirán un golpe significativo, una «derrota aplastante». Esto sugiere que la RPDC ve la posibilidad de que los EE.UU. no intervengan en la guerra en lo que los títeres del sur llaman «HanGuk» (abreviado de «Daehanminguk», el nombre dado a Corea por el movimiento republicano de 1919, y algo irónicamente adoptado por los títeres del régimen de la República de Corea).
La doctrina militar actual del imperialismo estadounidense: la guerra de poder
Hoy en día, Estados Unidos está siguiendo una doctrina militar de guerra de poder contra sus competidores pares, como ha quedado claro por la forma en que está llevando a cabo sus guerras en Ucrania y Palestina. Es probable que lo mismo ocurra con una posible «guerra en HanGuk». Si EE.UU. se involucrara en una guerra directa con la RPDC, en lugar de en una guerra de poder a través de las fuerzas títeres ‘HanGuk’, se arriesgaría a un ataque nuclear norcoreano en el territorio continental de EE.UU., que podría escalar a la destrucción mutua asegurada (MAD) y la aniquilación de la humanidad.
Con esta «declaración de subyugación» por parte de la RPDC, una posible guerra en Corea del Sur durante esta década, una «guerra en HanGuk», tomaría el carácter de una guerra antifascista y antiimperialista, una guerra de subyugación de una parte del país por otra, una guerra interna. Esto se compara con la guerra de Corea de la década de 1950, que también fue una guerra antiimperialista y antifascista, una guerra de liberación nacional y una guerra por la reunificación de la Patria. La esencia del antiimperialismo, el antifascismo y la liberación permanecerá inalterada durante una futura guerra en la península, a pesar de la aceptación temporal de una política de dos Estados por parte de la RPDC.
Una vez que la más baja de las dos etapas de la democratización de Corea del Sur, es decir, la democratización antifascista, se ha logrado a través de medios no pacíficos de subyugación, entonces la etapa superior, la democratización del pueblo, puede lograrse pacíficamente. El proceso de independización de Corea del Sur de los EE.UU. que debe ocurrir entre estas dos etapas podría lograrse por medios pacíficos o no pacíficos, dependiendo de la reacción de los EE.UU.
En condiciones en las que ya se ha logrado la democratización antifascista y la independencia antiestadounidense, el proceso de establecimiento de un gobierno federal unificado entre el régimen democrático popular en el sur y el régimen socialista en el norte solo puede llevarse a cabo por medios pacíficos.
Los puntos principales del discurso del camarada Kim Jong Un en enero ya habían sido expuestos en el informe del IX Pleno ampliado del VIII Comité Central del PTC en diciembre. En ambos documentos, el secretario general del PTC y presidente de la Comisión de Asuntos de Estado, Kim Jong Un, ha heredado las ideas y estrategias de la revolución y de la reunificación coreana de sus predecesores, el Presidente Kim Il Sung y el presidente de la Comisión de Defensa Nacional, Kim Jong Il, innovando sobre ellas para adaptarlas a la situación actual y resolver los problemas de larga data de la península coreana.
Estos problemas han existido durante 78 años, desde la división del país por los imperialistas estadounidenses en 1945, y la RPDC ha dejado claro que ahora está dispuesta a utilizar métodos audaces de subyugación – para librar una «guerra en HanGuk» – en caso de emergencia.
Los imperialistas nos empujan a la Tercera Guerra Mundial, y abren nuevas posibilidades revolucionarias al hacerlo
Este concepto de una guerra de subyugación para derrocar al régimen imperialista en el sur ha abierto un período decisivo para la revolución surcoreana
Con la voluntad de la RPDC de subyugar el sur ocupado por medios militares, la probabilidad de una «guerra en HanGuk» ha aumentado. Además, la probabilidad de una guerra en Taiwán, que seguramente estallará al mismo tiempo, también ha aumentado. Y a medida que aumenta la probabilidad de que estalle una guerra en el este de Asia, también aumenta la posibilidad de que la guerra se extienda aún más por Europa del Este.
Actualmente, las llamas de la Tercera Guerra Mundial se están extendiendo desde Europa del Este hasta Oriente Medio y es probable que también se enciendan en el este de Asia. Pero una vez que las llamas de Asia Oriental se hayan encendido, la Tercera Guerra Mundial estará en pleno apogeo y el antagonismo de la «nueva guerra fría» que enfrentan tanto los campos antiimperialistas como los imperialistas se hará evidente. La historia de la humanidad llegará a un nuevo gran punto de inflexión.
Podemos esperar que esta nueva gran transición en la historia de la humanidad resulte ser una gran transición para la revolución mundial.
Haize Gorriak 
Deja un comentario