Llegó un duro tiempo de guerra. La historia se repite: han pasado ocho décadas desde el victorioso mayo de 1945, pero, como entonces, nuestro pueblo se levantó de nuevo para luchar contra el fascismo. En una coyuntura histórica crítica, nuestro Partido lucha una vez más por la victoria en una sola línea con el pueblo y el ejército. Así fue y así será en el futuro. Esto corre como un hilo rojo a través de las secciones de nuestro Programa de Victoria.
En los años más difíciles de la crisis, la posición de principios del PCFR sobre los temas más importantes para el país mitigó significativamente el impacto destructivo de la política de la «quinta columna». Por eso, hoy en día, en las reuniones con la gente, podemos mirarles directamente a los ojos.
Desde el primer día, pasándose a la oposición, luchando y luchando, nuestro partido, dirigido por su dirigente G.A. Ziugánov, sobrevivió, se mantuvo fiel a la herencia de la era soviética, a su base de cuadros y, a través de la protesta organizada de masas y la lucha parlamentaria, resistió la política del régimen oligárquico gobernante. No está lejos el día en que el «Yeltsinismo» sea reconocido oficialmente como genocidio del pueblo ruso por las atrocidades cometidas. Pero la memoria de la sociedad ya ha pronunciado su veredicto: con su política criminal, con su orden de fusilar sangrientamente al Soviet Supremo, que se le resistió, Yeltsin firmó su condena a la condenación eterna.
En muchos aspectos, gracias a los esfuerzos del Partido Comunista de la Federación de Rusia, se preservó en el país el poderoso potencial militar heredado de la URSS y se detuvo el proceso de colapso de las Fuerzas Armadas. El partido puede enorgullecerse del hecho de que fue gracias a su posición que Serdyukov, el ministro de Defensa, fue expulsado de su cargo, quien maliciosa y deliberadamente destruyó nuestro ejército, cerrando bases aéreas, academias militares y escuelas militares superiores, centros científicos y de entrenamiento y despidiendo sin ceremonias a oficiales experimentados.
Hemos salvado nuestra ciencia y su corazón, la Academia Rusa de Ciencias, que la Quinta Columna pretendía convertir en un club de discusión de interés, destruyendo las escuelas científicas y cortando los lazos de integración entre las asociaciones de investigación y producción. Luego, en nombre de la fracción del Partido Comunista en la Duma Estatal, nuestro dirigente Guennadi Ziugánov, Iván Melnikov, Borís Kashin y yo hicimos una enmienda que permitió defender la independencia jurídica de la academia.
Ahora, en gran parte gracias a nuestras enmiendas a la ley, la ciencia fundamental y aplicada está siendo revivida en la Academia Rusa de Ciencias. Se está restableciendo la estructura de sus escuelas e institutos científicos, las áreas básicas de la actividad científica y su papel de experto principal. Al fin y al cabo, sin logros científicos, sin personal científico capacitado, el país no puede tener futuro.
Sin embargo, hoy en día los fondos para la ciencia en la Federación Rusa se asignan diez veces menos que, por ejemplo, en los Estados Unidos y China. La financiación presupuestaria y el volumen de la investigación científica en el mundo aumentan a un ritmo elevado cada año, mientras que en nuestro país disminuyen. Si excluimos el complejo de defensa, hay un serio rezago en el campo de la tecnología industrial. Los logros de la era socialista siguen funcionando para nosotros. Si no fuera por la ciencia soviética, no existirían armas únicas de las que nos sintamos orgullosos: los famosos Sármatas, Kinzhals y Bulavas, y muchas otras armas aún más avanzadas.
En materia de protección de la naturaleza, las leyes ambientales adoptadas por iniciativa de la fracción diputada del Partido Comunista de la Federación de Rusia en la Duma Estatal son el marco que protege la salud, la vida de las personas y su medio ambiente. Por ejemplo, somos autores de decenas de leyes solo en el área forestal. Se trata de la preservación de los bosques, la prohibición de su transferencia a la propiedad privada y la restauración de las empresas forestales. Salvan el bosque ruso y el estatus del país como una de las potencias forestales más poderosas.
El PCFR también protegió muchas empresas industriales y agrícolas, colectivos populares.
Hoy en día, el partido está trabajando en tiempos de guerra duros. Hay una gran guerra en marcha por el futuro de Rusia. De hecho, toda nuestra crónica milenaria es una serie interminable de batallas por nuestra independencia e identidad. Los miembros del Partido Comunista de la Federación de Rusia luchan hombro con hombro junto con nuestros soldados, con todo nuestro pueblo, y sin duda lograremos la victoria deseada.
La actividad cívica del pueblo y su apoyo a las reformas en curso se basan en gran medida en la confianza en su Estado, que protege los intereses del pueblo. Sin un Estado fuerte, el pueblo pierde su apoyo vital y su unidad, y los procesos de desarrollo más importantes del país se ralentizan. Sin una política de Estado con orientación social, el desarrollo sostenible del país es imposible. Nuestro plan de acción económica así lo prevé.
Una tarea grande e importante hoy es la implementación de nuestro Programa Victoria y el proyecto de presupuesto estatal para el desarrollo socioeconómico del país. Esta es nuestra contribución al desarrollo del país, y confirma de manera convincente que el PCFR ha sido y sigue siendo un partido de creación y trabajo práctico. Las soluciones que proponemos están orientadas a la superación de la crisis, al desarrollo económico y social del país. Para poner al nuevo gobierno frente a la necesidad de proceder desde los intereses nacionales en su trabajo y priorizar la mejora de la vida de la gente, en lugar de las necesidades de la oligarquía burocrática, nosotros, junto con un amplio bloque de fuerzas patrióticas de izquierda, necesitamos crear apoyo público para nuestros programas de desarrollo e iniciativas legislativas.
La economía del país no puede funcionar en el sistema del volumen actual del PIB y, especialmente, en el lado de los ingresos del presupuesto. Hoy es insignificante para resolver las enormes tareas que habrá que resolver en la restauración de la industria, la agricultura, la ciencia y la esfera social.
Sólo gracias a la lucha de nuestro partido se aprobó una ley sobre la gratuidad de las comidas calientes en la escuela, se están resolviendo las cuestiones de la maternidad y la infancia, el control y la regulación de los precios al por menor de los productos esenciales, la distribución justa de los ingresos y el aumento de los salarios y las pensiones. Hoy, gracias a nuestra actividad, el gobierno pone los temas sociales en la agenda. Esto da razones para creer que muchas de nuestras importantes iniciativas legislativas pronto serán adoptadas y firmadas por el Presidente. Pero es demasiado pronto para calmarse: hasta ahora, el 52% de nuestros ciudadanos viven en la pobreza con un ingreso inferior al mínimo de subsistencia, la población de Rusia se está extinguiendo.
La lógica del desarrollo de los acontecimientos muestra que sin un giro a la izquierda, sin el desarrollo acelerado de nuestra industria, agricultura y ciencia, el país no podrá existir en las nuevas realidades. La consolidación de amplias fuerzas patrióticas antifascistas sólo es posible en torno a un Estado fuerte con un poderoso recurso defensivo e industrial, un claro programa de desarrollo y unidad social.
El partido critica con razón al gobierno por el dogmatismo de sus enfoques de la producción y la economía, pero ante todo, él mismo propone para su implementación programas de acción listos para la elaboración y verificados para superar la crisis y alcanzar tasas avanzadas de desarrollo de la producción. La crítica desnuda está fuera del paradigma de nuestras acciones. El partido introduce en el proyecto del desarrollo económico del estado el algoritmo de las decisiones del programa, el potencial de personal de la gestión, el análisis de expertos, los cálculos y un marco legislativo ya hecho.
Además, en todas las áreas de los programas económicos y sociales, nuestras propuestas van tres pasos por delante del gobierno. Muchos de ellos nacieron durante el trabajo de los tres Foros Económicos de Oriol y ya han sido demandados, así como nuestro proyecto de presupuesto de desarrollo, de cuya ejecución el Estado no puede prescindir. Me gustaría recordarles que, según nuestros cálculos, el presupuesto real que el Estado ruso necesita hoy para el desarrollo es de 56-68 billones de rublos. Y mostramos las fuentes de su llenado, cómo se distribuye y qué da. Estamos hablando de resolver problemas institucionales, incluyendo detener la exportación de capitales a Occidente y una dura lucha contra la corrupción burocrática.
Este trabajo ya está comenzando en el estado. El tema de la corrupción está llegando a funcionarios de varios niveles, varios gobernadores ya están sentados en lugares no tan remotos. Pero no una campaña de alarde, sino una lucha real contra la corrupción y el nepotismo, sin duda dará resultados. Y entonces el Estado tendrá suficiente dinero para todos los programas importantes, incluidas siete de nuestras leyes y programas sectoriales que el Partido Comunista de la Federación de Rusia ha desarrollado y adoptado.
En pocas palabras, si el Estado decididamente, sin mirar atrás a Occidente y a los economistas de la «quinta columna», se toma la libertad y forma un algoritmo financiero, crediticio y monetario sistemático y completo para el trabajo de la producción industrial y agrícola, todo irá bien. Por lo tanto, es importante nacionalizar las empresas básicas de cada industria, incluidas las que forman ciudades, y coordinar su trabajo con la ayuda de un sistema de interacción y gestión planificadas.
El desarrollo del complejo agroindustrial y la reactivación de la campiña rusa son las áreas de trabajo más importantes de nuestro partido, en las que se ocupa hoy todos los días. En el complejo agroindustrial estatal, basados en gran medida en nuestras propuestas, ya están en funcionamiento cinco programas integrales. La concentración de nuestra atención en esta área es natural. Hoy en día, más de 16 millones de personas están empleadas en la granja subsidiaria personal del complejo agroindustrial del país. Además, 6,9 millones de personas están empleadas en grandes, medianas y pequeñas empresas. Al mismo tiempo, si tenemos en cuenta las cabañas de verano, donde 90 millones de personas viven durante 7-8 meses en la estación cálida, difícilmente se puede sobreestimar la importancia y el carácter global de la tarea en cuestión.
En gran parte gracias a la iniciativa y dedicación de nuestro partido, se han desarrollado y adoptado una serie de programas científicos y de producción específicos a nivel estatal. Entre ellos se encuentran el «Desarrollo Integral de las Zonas Rurales», la «Segunda Tierra Virgen», los programas para el desarrollo de los mercados agropecuarios y alimentarios y todo lo relacionado con temas científicos y técnicos. Estos programas funcionan incluso a pesar de los problemas existentes y de la evidente falta de financiación de los mismos por parte del bloque económico del gobierno.
El resultado del trabajo del complejo agroindustrial, junto con un fuerte sector público de la economía, es un motor de producción, un motor de creación, que conduce a nuestra Patria por el camino del desarrollo.
Pero el retorno de la implementación de programas para el desarrollo del complejo agroindustrial habría sido inconmensurablemente mayor si la aldea rusa no hubiera sido destruida. No es casualidad que, paralelamente al desarrollo de la producción, el PCFR insista en la implementación de un programa integral para la reactivación del campo ruso y el desarrollo de las zonas rurales. Después de todo, la aldea no solo representa el 25% de la población total del país, sino también el 60% de la fuerza de combate del ejército que lucha hoy en el Nuevo Orden Mundial, formado a expensas de la población rural sana. ¡Aquí es donde están las fuentes y los resortes del patriotismo! Hay un amor diferente por la Patria, puro y sincero. En el pueblo, la gente vive diferente, todos se conocen, se ven y se ayudan. Esta es una comunidad que aún no ha sido arruinada por nuestros enemigos.
También es necesario comprender claramente la enorme importancia estratégica del programa de «Segunda Tierra Virgen», es decir, la restauración de tierras agrícolas abandonadas. Y, de nuevo, sólo la facción del PCFR plantea estas cuestiones a nivel de los líderes estatales. Desafortunadamente, muchas personas no tienen suficiente enfoque y voluntad estatal para comprender y ver el resultado futuro de la implementación de los programas. No conocen el impulso del pueblo soviético, cuando millones de personas fueron a levantar depósitos vírgenes, considerando que era su deber y honor trabajar por la gloria de la Patria.
Después de la guerra, los años fueron difíciles, el país necesitaba alimentos, y en poco tiempo se produjeron 54 millones de toneladas adicionales de grano. No basta con arar los yacimientos, sino que es necesario seguir trabajando mediante la mejora radical de la tierra, mediante la recuperación de tierras, mediante el sistema de proporcionar el suelo en equilibrio con nutrientes. Es necesario eliminar los factores limitantes que limitan el potencial de las nuevas variedades y plantas creadas por los obtentores nacionales, y obtener una cosecha y media o dos por año. Ya hemos probado todo esto en la práctica, no solo en granjas individuales, sino también a escala de distritos enteros. Pero hoy en día sigue siendo necesario poder martillar estas ideas en la cabeza de quienes gestionan la ciencia y la producción.
Gracias a los pasos dados, ya se han obtenido resultados que han permitido a Rusia romper las cadenas de sanciones restrictivas impuestas por nuestros enemigos en Occidente. La comunidad mundial y su economía no podrán sobrevivir sin los productos de nuestra producción agrícola: sin nuestro pan, sin nuestros fertilizantes. Ni Asia, ni África, ni América pueden reemplazar las capacidades del potencial agroindustrial ruso y la fertilidad de nuestra madre tierra para la humanidad.
En los campos de batalla, sin duda se logrará la victoria. El nazismo ucraniano será avergonzado y derrotado, ninguna intervención occidental lo ayudará. No hay duda al respecto. Pero hoy la situación requiere de cada uno de nosotros el más serio esfuerzo de ánimo y fuerza para orientar la política del país hacia la senda izquierda del desarrollo y superar la crisis interna.
Una tarea grande e importante del partido hoy es trabajar en el desarrollo de la economía, la esfera social y el sistema de seguridad que asegure la soberanía del país. El PCFR siempre ha sido y sigue siendo el organizador y líder del movimiento patriótico popular. Es el heredero y sucesor de los logros de la era soviética. Tenemos una larga historia y responsabilidad por el futuro de Rusia. La victoria en el frente y el giro a la izquierda en la política son factores fundamentales para revivir la grandeza de nuestra Patria. Las transformaciones que se avecinan en la economía son tan voluminosas y responsables que sólo se pueden afrontar uniendo y movilizando todas las fuerzas y medios para la victoria, utilizando todo el arsenal de la experiencia acumulada y los logros del socialismo.
Haize Gorriak 
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